jueves, marzo 15, 2007

Kafka en la orilla (I)...


"Vivíamos en el interior de un círculo perfecto. El interior de aquel círculo lo comprendía todo. Pero aquello no duró eternamente, claro está. Nos hicimos adultos, los tiempos cambiaban. El círculo empezó a abrirse, por aquí y por allá, y las cosas del exterior empezaron a anegar aquel paraíso, y las cosas que había dentro empezaron a desparramarse por fuera. Es algo natural. Pero a mí, entonces, no me lo pareció. De modo que para defenderme de aquella invasión, de aquel derramamiento, abrí la puerta de entrada. Ya no recuerdo bien cómo lo conseguí. Pero tomé la decisión de que lo único que podía hacer para no perderlo a él, para evitar que el exterior arruinara nuestro pequeño mundo, era abrir la puerta de entrada. Yo, entonces, no podría entender qué significaba aquello. Y, luego, no hace falta decir que tuve que pagar las consecuencias.

Mi vida acabó a los veinte años. Después no fue más que un eterno epílogo. Un largo y tortuoso corredor sumido en la oscuridad que no llevaba a ninguna parte. Pero he tenido que recorrerlo. He visto llegar, uno tras otro, días vacíos, los he despedido inmersos en la misma vaciedad. A lo largo de esos días he cometido muchos errores. No, hablando con franqueza, me da la impresión de no haber hecho más que cosas erróneas. En cierta época viví sola encerrada en mí misma. Fue como si viviera sola en el fondo de un pozo profundo. Maldecía el mundo exterior, odiaba cuanto contenía. En otra época salí afuera e hice ver que vivía. Acepté todo lo que me venía, me sumergí en el mundo protegida por una coraza de insensibilidad. Me acosté con muchos hombres. Incluso llegué a casarme. Y..., en fín, todo era absurdo. Todo pasó de largo como una exhalación, sin dejar nada atrás. Sólo las cicatrices de las cosas que yo había despreciado o echado a perder. -Dejó caer las manos sobre las tres carpetas que estaban apiladas sobre la mesa-. Todos estos acontecimientos están explicados aquí con sumo detalle. Los he escrito para ordenar mis ideas. Porque quería reconsiderar una vez más quién era yo y cómo había vivido. No es que pueda reprochárselo a nadie, claro está, pero ha sido una tarea tan amarga que me ha desgarrado por dentro. Pero, al fin, puedo dar la labor por concluida. Ya he terminado de escribirlo todo. Ya no necesito proseguir. Además, no quiero que nadie lo lea. Porque si alguien posara los ojos sobre estos escritos, es posible que algo volviera a resultar dañado. Así que quiero que se queme todo esto, que se destruya por completo. Que no quede nada."

Haruki Murakami

1 comentario:

Casiuninstante dijo...

amo a haruki