jueves, marzo 15, 2007

Kafka en la orilla (II)...


"A veces el bosque intenta amedrentarme por encima de la cabeza, y otras bajo mis pies. Exhala un hálito helado en mi nuca. Me clava mil ojos en la piel. Trata, de diversas maneras, de expulsar al intruso. Pero yo he ido aprendiendo a sobrellevar sus amenazas. ¿Acaso no es este bosque, em definitiva, una parte de mí? A partir de cierto punto he empezado a verlo de este modo. Estoy efectuando un recorrido dentro de mí, igual que la sangre a través de las venas. Lo que estoy viendo es mi propio interior, lo que parecen amenazas no son más que ecos del terror que anida en mi corazón. Las telarañas que se extienden en el bsoque son telarañas tendidas en mi corazón, los pájaros que gritan sobre mi cabeza son los pájaros que yo mismo he criado. Esta imagen nace dentro de mí y va echando raíces.
Sigo avanzando, empujado, por detrás, por el latido de un corazón gigantesco. El camino conduce a un lugar especial dentro de mi corazón. La fuente luminosa que hila la oscuridad, la génesis de los ecos mudos. Quiero ver con mis propios ojos qué hay allí. Soy mi propio emisario, custodio una importante carta personal, lacrada y sellada, que va dirigido a mí mismo.
Una pregunta.
¿Por qué ella no me quería?
¿Acaso yo no era digno de recibir el cariño de una madre?
A lo largo de muchos años esta pregunta ha abrasado como un hierro candente mi corazón, ha carcomido mi espíritu. (...)

...


"Avanzo por la orilla de mi conciencia. Las olas de mi conciencia rompen en la orilla y se retiran. Dejan unas letras escritas y, luego, inmediatamente llega la siguiente ola y las borra. Tengo que leer aquel texto a toda prisa, en el intervalo entre una ola y la siguiente. Pero no es fácil. Antes de que pueda acabar de leerlo, se abate la siguiente ola y lo borra. Y en mi conciencia sólo quedan unas palabras inconexas y enigmáticas."

...

"¿Por qué tenía que infligirme una herida tan profunda? Debe existir una razón de peso, una razón oculta, algo con una profunda significación.
(...)
-Pero ella me abandonó. Se fue y me dejó solo en el lugar erróneo. Y, al hacerlo, seguro que me infligió una herida profunda, un daño irreparable. Ahora lo sé. Si me quería de verdad. ¿cómo pudo hacerme algo así?
-Así han ido las cosas. Te han herido profundamente, te han hecho mucho daño. Eres digno de compasión, no te diré que no. Pero deberías pensar de este modo: aún estás a tiempo de recuperarte. Eres joven, eres fuerte. Tienes flexibilidad. Lograrás que cicatricen tus heridas, lograrás levantar la cabeza y seguir adelante. Pero ella ya no podrá. A ella no le quedará otra opción que la de ir diluyéndose. No se trata de quién es bueno y quién es malo. Tú eres quien tiene todas las ventajas reales. Es en eso en lo que debes pensar.
Permanezco en silencio.
- Escúchame. Eso sucedió hace mucho tiempo. Es algo irreversible. En aquel momento, ella no debió abandonarte y tú no debiste ser abandonado. Pero lo que ya ha sucedido es igual que un plato roto en mil pedazos. Por muy esforzadamente que lo intentes, ya no podrás devolverlo a su estado original. ¿No te parece?
(...)
-Escúchame. El corazón de tu madre estaba repleto de un miedo y de una ira espantosos. Igual que lo está el tuyo ahora. Por eso tuvo que abandonarte.
- ¿A pesar de quererme?
-En efecto. Tuvo que abandonarte a pesar de quererte. Lo que ahora debes hacer tú es tratar de comprender los sentimientos de tu amdre y aceptarlos. No heredarlos y repetirlos. Dicho de otro modo, lo que ahora debes hacer es perdonarla. Ya sé que no es fácil. Pero debes ahcerlo. Es tu única salvación. No hay otra.
(...)
Pienso. Debo comprenderlo, caeptarlo, antes de que sea demasiado tarde. Pero aún no puedo leer aquellas pequeñas letras dejadas en la orilla de mi conciencia. Porque, entre que una ola se retira de la playa y la siguiente se abate, el intervalo de tiempo es terriblemente breve.
(...)
¿Por qué querer mucho a alguien tiene que ser lo mismo que herirlo profundamente?

Haruki Murakami

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